Una vez más.

Beber para tenerte, tomar para sentirte, confiar para quedarme, estar para quererte. Afixiame con el poder de tus manos, que recorran todo mi cuerpo dibujando un "te quiero". Ámame para soltar lo que siento, bésame para tenerte y así imaginarte en un mundo donde seamos sólo tú y yo. Quédate para mirarte, despiértame para abrazarte, quiéreme para mimarte, háblame para tenerte. Calla para sentirte, amarte, tocarte, escribirte, pensarte y así tenerte una vez más.

Vino tinto.

“No se trata de un pacto, se trata de que el amor nos haga todos los días de nuestras vidas, se trata de un compromiso que va más allá de los gestos y de las palabras.” – Dijo con una voz calmada y sutil mientras sostenía su copa de vino sobre las sábanas blancas de mi cama. Y yo, con la nicotina que entraba en mis pulmones poco a poco me ponía más nerviosa, su cuerpo estaba pegado al mío y su corazón latía fuerte, más fuerte de lo que alguna vez pude imaginar y todo su cuerpo transpiraba junto al mío y yo pensaba que toda palabra era innecesaria en ese momento, que sólo valían los gestos, pero no tanto, sólo me bastaba con que él estuviera ahí. Pero él hablaba y hablaba, me decía cosas innovadoras pero a la vez era tan cliché que yo no podía creer si estaba hablando con el corazón o que lo había leído de algún libro barato de por ahí. Mientras me abrazaba y me convencía de que esto era más que amor, mientras me decía que yo era perfecta y que mi olor lo hipnotizaba como siempre, con su voz tan grave y varonil, con su voz tan pero tan apasionada y esa mirada tan intensa mi cigarrillo se consumía en mis manos y a pesar de ello, no importaba si me quemaba. Ya había suficiente calor en esa habitación como para poder sentir más. Cerré los ojos pensando en que era todo un sueño, para ver si podía despertar, él con una caricia tan delicada logró correrme el rímel de los ojos y luego me acariciaba con sus labios todo el cuerpo, ya no era necesario decir más. Las palabras se fueron acabando poco a poco y su libreto se terminó, hasta que por fin me di cuenta de que, no era un libreto, que lo sentía de verdad, no sé si era amor pero sí era algo intenso, espontáneo y no era para nada algo efímero. Luego de que nos acabamos la botella de este vino, me volví hermosa, me sentí hermosa. Hemos cumplido el pacto, mi cómplice, hemos logrado que el amor nos haya hecho cada día, no nosotros a él. Finalmente, sus labios tocaron lentamente mi nariz y luego mis pestañas, me miró y fueron dos palabras para lograr matarme y llevarme a un éxtasis profundo e infinito. “Te amo” – dijo con esa hermosa voz que me enamora todos los días.

Lo único que puedo querer con certeza en este momento es morir rápido, una sobredosis no estaría mal

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Nosotros,los seres humanos tenemos mucho que pensar, mucho que decir, mucho que sentir, mucho que vivir pero... ¿qué es vivir? ¿Existirá vida? ¿o la verdadera vida es la muerte?. Una de las razones de las por qué me da miedo vivir es esa, vivir. Uno pasa por altos y bajos, pero siempre es más fácil descubrir los bajos momentos y pensar en como salir de ellos, pero la mayoría del tiempo no se puede, siempre buscamos algo para recordar los malos momentos, para que nos vuelvan a herir, para volver a llorar por lo mismo y para que una y otra vez las lágrimas se vayan y vuelvan a tus ojos sin otra razón alguna ¿será que nos gusta sufrir? o ¿será que todos sabemos que todo se quiebra y luego sana?. Aún así a pesar de que sabemos todo lo que es vivir, todo que somos felices y todo lo que sufrimos, tenemos tan poco cariño propio porque no sabemos vivir, disfrutar los que nos manda el destino y también disfrutar cuando se va alguien o algo, porque sabemos que llegará otra cosa u otro alguien, siempre nos quejaremos de algo, de por qué las cosas no fueron de otra forma, de por qué pasó eso, etc. y cuando están sucediendo las cosas las disfrutamos pero al tiempo después nos arrepentimos, es por esto y por mucho más que no aprovechamos nuestras vidas, el tiempo se irá y no volverá. Finalmente, moriremos y probablemente nos seguiremos quejando.

¿Qué mierda puedo sentir?

Son sólo esas palabras que nos cambian todo aquello que sentimos en algún momento, esas palabras que nos cambian, nuestra forma de ser, pensar, sentir... Pero ahora, no puedo sentir nada, me siento en un mundo vacío y profundo, soy nada. ¿Odio, decepción, deseo, lujuria, enojo, tristeza, alegría? Esos sentimientos ya se fueron y estoy neutra, mi mente en blanco y llego a las mismas preguntas ¿Qué puedo hacer? ¿Qué puedo sentir?. No te cuesta nada mirarme a los ojos y decir la verdad, es tan simple, pero creo que a ti no te gusta o no lo entiendes simplemente. Por ahora, como no tengo nada que sentir, no tengo nada que escribir.

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Me quedo quieta, con los ojos totalmente fijos y abiertos, comienza a oscurecer todo, como si fuera una pantalla negra ¡Por fin, comienzo a soñar despierta!... Y te veo, en diferentes momentos y situaciones de nuestra próxima historia. En un instante veo como nosotros nos entregamos al éxtasis que comparten nuestro cuerpos en tu cama. Luego todo se vuelve difuso y de inmediato veo como te hago sufrir con mis ironías y mentiras, parece como si estuviera jugando con las palabras y me encanta confundirte para que ni sepas donde te encuentras, me causa gracia. Sí es gracioso, ahora no te hablo ni tú me hablas, parece fácil porque ninguno de los dos hace el esfuerzo y el orgullo crece cada vez más, pero al mismo tiempo es como si muriera de miedo por algo, por no tenerte o quizá por tenerte. Te veo como mi amor platónico desde pequeña, al cual conoceré en unos minutos y mi vida e historia cambiarán para siempre, por el solo hecho de que podré verte y sentirte, ¿te querré conocer en realidad? ¿o es sólo lo que imagino de ti, lo que hace que me encantaría conocerte?. Nuevamente esta pantalla se vuelve negra y nítida, te veo a ti y ami, pidiendo perdón, el uno al otro, rogándonos, besándonos los pies, para volver hacer los mismos de antes, para volver a sentirnos como en realidad éramos cuando nos presentaron, arrepintiéndonos de esta prematura y difusa historia.

Cambios

No hay nada que decir, no hay nada que esperar, las expectativas que tenía se fueron lentamente y lo único que sé, es nada. Quisiera vomitar todos los sentimientos de una vez y hacer lo que me dé la gana pero a la vez, tengo ganas de ocultarlos y que nadie pregunte por qué. El día de nuestra despedida, ese día que al fin llegó y que nunca quise que llegara, fue tan difícil y tan fácil a la vez, me dí vuelta y me despedí de ti, pero luego, sentí un vacío tenebroso y doloroso, esperé tanto para que mirarás hacía atrás y sintieras que yo te estaba observando pero jamás pasó, cuando te fuiste, supe que no ibas a volver... Tu vida cambió, tus gustos, tu forma de vestir, tu forma de hablar, tu forma de pensar, todo el tiempo se fue, el corazón murió y no puede seguir. En esta etapa de cambios, en este tornado que dejó todo deshecho quisiera ser fuerte. Sin embargo, jamás te olvidaré.